sábado, 14 de octubre de 2017

La suerte

Se metió en su habitación tras volver del trabajo. Se aseguró de que no había nadie cerca; sólo él y él. Se desnudó completamente y al suelo cayó la ropa, los gestos, los buenos días, los chistes con los que pretendía agradar a los demás. En los cajones guardó todo su dinero, su casa, sus pertenencias. En los bolsillos del abrigo estaban todas las parejas que había tenido, sus amigos, compañeros de trabajo y todos aquellos destinatarios del “buenos días”.

-Hola de nuevo, viejo amigo.

No recibió respuesta del espejo, pero obtuvo todo lo que necesitaba. Al día siguiente, saludó y deseó suerte a un perfecto desconocido, quien le miró perplejo mientras se alejaba por la calle preguntándose con quién le habría confundido aquel extraño personaje. 


lunes, 13 de febrero de 2017

El botón rojo

La chica del asiento observó con extrañeza como Xescoli usaba el dedo índice para escribir en whatssap. Así fue como él mismo se percató de esta conducta. Xescoli nunca aprendió a hacerlo con los pulgares y sabe que debe parecer uno de esos abuelos que están sufriendo el anacronismo tecnológico. Pero, a fuerza de buscárselo, le encontró un sentido. Las cosas importantes se llevan a cabo con el dedo índice, como quien aprieta el botón rojo de vete a saber qué, pero muy importante (y peligroso) al fin y al cabo. Y es que cada palabra escrita por Xescoli puede explotar en cualquier momento. Él no escribe, él pulsa la combinación de botones exacta. La chica del asiento nunca supo de dónde sacó su número aquel extraño, ni cómo escribiéndole whatssaps en algún idioma inventado ya logró que acabara siendo su esposa. 

lunes, 2 de enero de 2017

Mundos inventados

Una vez inventé el mundo. Me dijeron, qué dices, qué cosas tienes, el mundo ya está inventado. Yo les dije que no me habían entendido, que tenían que venir a visitar el mundo que había creado para comprenderme. Incluso podrían inventar mundos ellos también. 

Qué cosas tienes, no somos como tú, no somos raros, no estamos locos.

Menos mal que soy raro y estoy loco, pues de otra manera no hubiese podido inventar mi mundo y escribir estas líneas desde él.






Un amigo será el que haga más grande tu mundo a la vez que te deja visitar el suyo.