lunes, 13 de febrero de 2017

El botón rojo

La chica del asiento observó con extrañeza como Xescoli usaba el dedo índice para escribir en whatssap. Así fue como él mismo se percató de esta conducta. Xescoli nunca aprendió a hacerlo con los pulgares y sabe que debe parecer uno de esos abuelos que están sufriendo el anacronismo tecnológico. Pero, a fuerza de buscárselo, le encontró un sentido. Las cosas importantes se llevan a cabo con el dedo índice, como quien aprieta el botón rojo de vete a saber qué, pero muy importante (y peligroso) al fin y al cabo. Y es que cada palabra escrita por Xescoli puede explotar en cualquier momento. Él no escribe, él pulsa la combinación de botones exacta. La chica del asiento nunca supo de dónde sacó su número aquel extraño, ni cómo escribiéndole whatssaps en algún idioma inventado ya logró que acabara siendo su esposa.